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Hipertensión Arterial

Puede que usted sufra hipertensión y aún no lo sepa

¿Sabía que el 40% de los pacientes no saben que son hipertensos?

La Hipertensión Arterial (HTA) no siempre provoca síntomas que pueda alertar al paciente como dolor de cabeza o mareo. Únicamente el control regular de la PA nos va a informar sobre las cifras tensionales.

¿Qué es la presión arterial?

Es la presión que ejerce la sangre sobre el sistema circulatorio arterial. Cada vez que el corazón late, bombea la sangre hacia la arteria aorta. A esto se le llama presión sistólica o máxima. Cuando el corazón se relaja, baja la presión, es la llamada presión diastólica o mínima.

¿Qué es la Hipertensión Arterial (HTA)?

Es la elevación de la PA por encima de los valores normales (mayor o igual a 140/90 mmHg).

¿Cuáles son las causas de Hipertensión Arterial?

El 90-95% de los pacientes hipertensos no presentan causa conocida. Puede ser provocado por sobrepeso, el estrés, el sedentarismo o la herencia genética.

En cambio, en el 5 ó 10% de pacientes, la HTA será derivada de otras enfermedades, tales como las enfermedades de riñón, alteraciones hormonales, trastornos del sueño, efectos secundarios de fármacos etc. Es la llamada HTA Secundaria.

¿Qué síntomas produce la Hipertensión Arterial?

Puede ocurrir que la hipertensión arterial no se acompañe de síntomas y su descubrimiento sea casual (por revisiones médicas, cirugías, etc.). En otras ocasiones, se descubre a raíz de la presencia de dolores de cabeza, hemorragias nasales espontáneas, mareos, palpitaciones, ahogo, nerviosismo, etc.

¿Cuáles son las consecuencias de la Hipertensión Arterial?

La HTA puede producir daños en la pared arterial y favorecer la aparición de la arteriosclerosis. Con el paso de los años, cuando no se controla, puede repercutir sobre los llamados órganos diana:

  • Corazón: aumentando su grosor y tamaño y/o favoreciendo la aterotrombosis en las arterias coronarias (infarto de miocardio y angina de pecho).
  • Riñón: produce Insuficiencia renal.
  • Retina: produce alteraciones en la visión.
  • Cerebro: produce infarto o hemorragia cerebral.

¿Cómo se controla la Hipertensión Arterial?

Es importante la toma regular de la presión arterial (PA) y acudir periódicamente a la consulta del especialista para poder conseguir un control óptimo de las cifras de PA.

En muchos casos se aconseja realizar una monitorización ambulatoria de presión arterial (MAPA) para conocer con mayor exactitud las cifras tensionales a lo largo de las 24 hrs. El MAPA permite valorar y optimizar posibles cambios de tratamiento, como la modificación de las dosis, las horas de administración o asociaciones de fármacos, individualizando cada paciente para poder obtener un buen control de la HTA.

¿Cómo se trata la Hipertensión Arterial?

Existen diversos métodos:

  • Modificando el estilo de vida.
  • Tratamiento farmacológico.
  • Denervación renal para aquellas HTA resistentes.
Info :

¡CUIDE Y PROTEJA SU SALUD!

Solicite aquí la realización de un control de su presión arterial para identificar futuros problemas cardiovasculares.
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Denervación Renal

¿Qué es la denervación renal?

La denervación o ablación renal es una nueva técnica para el tratamiento de la “hipertensión arterial resistente”. Aquellos que no logran controlar la hipertensión arterial a pesar de tomar tres o más fármacos antihipertensivos.

¿En qué consiste la denervación renal?

A través de la aplicación de energía por radiofrecuencia sobre el sistema nervioso simpático renal, se reduce su actividad simpática y por consiguiente, disminuye las cifras de hipertensión arterial.

¿Cómo se realiza?

Consiste en introducir un catéter por el brazo o la ingle hasta alcanzar las arterias renales. Dicho catéter emite calor de hasta 40-50 grados (energía de radiofrecuencia) y desactiva una serie de redecillas nerviosas (denervación renal de nervios simpáticos). Este procedimiento se realiza bajo sedación, y el paciente debe permanecer un día ingresado en el centro.

¿En qué personas está indicada la denervación renal?

La denervación renal está indicada en aquellos pacientes entre 18 y 85 años, con hipertensión arterial resistente, en los que se ha descartado causas secundarias y/o enfermedad renal crónica severa.

¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes?

Es un procedimiento poco invasivo, eficaz y seguro con una escasa incidencia de complicaciones. Su tasa de complicaciones es baja.

¿Qué se consigue con esta intervención?

Consigue reducir la presión arterial y suprimir el uso de fármacos.